Para compilar e instalar un nuevo kernel en nuestro sistema GNU/Linux,
lo primero es tener los fuentes del kernel, para lo cual nos deberemos
instalar el paquete que contenga la versión que deseemos compilar
(kernel-source-x.x.xx).
Una vez instalados los fuentes, pasamos a la configuración del kernel,
que se realiza con uno de los siguientes comandos:
* make config
* make menuconfig
* make xconfig
Sea cual sea el que ejecutemos, se nos presentarán una serie de
preguntas sobre las opciones del kernel que vamos a compilar. Una vez
terminado este paso, pasamos a la pre-compilación:
* make dep
* make clean
Ahora ya es el momento de realmente compilar el kernel, para lo cual, lo
normal es que ejecutemos:
* make bzImage
Si no hay ningún problema, este paso nos creará un fichero llamado
bzImage en el directorio $(fuentes_linus)/arch/[arquitectura]/boot, que
deberemos copiar al directorio /boot, sin (¡OJO!) reemplazar el fichero
que contenga el kernel que estemos ejecutando, pues es recomendable
poder arrancar con el kernel antiguo en caso de problemas. Así que lo
mejor es copiar ese fichero a /boot/vmlinuz-x.x.xx, donde x.x.xx es el
número de versión del nuevo kernel.
Para instalar ese kernel, hay que editar el fichero /etc/lilo.conf (si
estamos usando LILO para arrancar Linux), al cual añadiremos, al final
del archivo, las siguientes líneas:
* image=/boot/vmlinux-x.x.xx
* label=nuevo_kernel
* root=/dev/hda1
NOTA: deberemos cambiar la opción root por la que se ajuste a la
partición de arranque de nuestra Debian. Para hacer efectivo este cambio
en el fichero de configuración, habrá que ejecutar LILO:
* /sbin/lilo
El último paso es compilar e instalar los módulos del kernel, si es que
hemos seleccionado alguno. Para ello:
* make modules
* make modules_install
Y ya está, sólo queda reiniciar y, en el menú de arranque de LILO,
seleccionar el nuevo kernel.
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